Tradicionalmente se ha traducido Roncesvalles como “valle de espinos”, y de esta interpretación procede la versión en euskera, Orreaga (lugar de enebros), seguramente deformación de un antiguo paraje de la zona llamado Orierriaga. Sin embargo, otras teorías dicen que tiene su origen en Erro-zabal, “la llanura del Erro”, el valle al que permaneció íntimamente unido durante muchos siglos.

Los sucesivos movimientos de peregrinos y emigrantes del otro lado del Pirineo acabaron por afrancesar el nombre (Rozabal, Ronzaval, Roncesvals, Roncesvaux…) hasta darle su actual forma. Sin duda, la influencia francesa se debe también al trágico recuerdo que supuso la derrota del ejército de Carlomagno en el 778. Al fin y al cabo, Orreaga-Roncesvalles era, sin duda, una espina -una enorme espina- en la corona de la historia franca.
De todos modos, el nombre de Orreaga-Roncesvalles hacía referencia en sus inicios a la pequeña llanura en su conjunto y, al menos desde los primeros años del siglo XII, a la población de origen del actual Auritz-Burguete.
Cuando algunos decenios después se fundó la Colegiata, hubo que distinguir entre la villa y el hospital. La primera, llamada Burgo de Orreaga-Roncesvalles -e incluso Orreaga-Roncesvalles sin más- durante toda la Edad Media, acabó por denominarse, debido a su tamaño, Auritz-Burguete -“burguito”-, mientras que el segundo, el Hospital de Orreaga-Roncesvalles, consiguió finalmente el monopolio del viejo topónimo, pese a haber surgido más tarde.
Tret de http://www.roncesvalles.es